En España, la cifra de personas con grado universitario en riesgo de pobreza se ha duplicado desde 2008, alcanzando 1,4 millones. Esta situación refleja la creciente precariedad laboral y los desafíos en el mercado de trabajo para los titulados superiores.
A pesar de tener una creciente tasa de jóvenes con formación universitaria, España lidera en la UE el número de graduados trabajando en puestos poco cualificados. Esta situación pone de manifiesto la necesidad de alinear la educación superior con las demandas del mercado laboral.
Las universidades están evolucionando para satisfacer las demandas del mercado laboral actual, incorporando metodologías innovadoras, fortaleciendo vínculos con la industria y enfocando en habilidades prácticas y blandas. Estas adaptaciones buscan preparar a los estudiantes para enfrentar con éxito los desafíos del mundo profesional.