Las universidades están transformando sus currículos para incluir la formación en habilidades blandas, reconociendo la creciente importancia de estas competencias en el mercado laboral moderno. A través de cursos prácticos, tecnología innovadora y un enfoque integrado, los estudiantes están siendo preparados no solo con conocimientos técnicos, sino también con habilidades interpersonales y emocionales esenciales para el éxito en el siglo XXI.