Suiza se destaca por su exitoso modelo de Formación Profesional (FP), que ha logrado mantener la tasa de desempleo juvenil a una fracción de la de España. Este sistema, que fomenta la colaboración entre el sector privado y público, ofrece formación práctica y remunerada desde una edad temprana, asegurando una transición eficiente de los jóvenes al mercado laboral.