El sistema universitario ha dejado fuera desde el curso 2015-2016 a 33.999 jóvenes que pidieron estudiar un grado de informática y, pese al crecimiento de la oferta de plazas en un 14%, la demanda lo ha hecho en un 43% y se han quedado sin cubrir 10.500 vacantes de perfiles técnicos en España en 2022.